Pues bien, Consumolab ha dado una mala noticia a la Industria de la alimentación intensiva (es decir, la mayor parte del sector alimentario). Según un estudio que realizó Consumolab en 2008, el 46% de los españoles dicen que los alimentos están perdiendo sabor.
Entre los encuestados, casi la mitad (45,9%) afirmaban que los alimentos tienen cada vez menos sabor, especialmente las frutas y verduras, pues el 74,3% las encuentran con peor sabor que hace años. Es más, el 80,8% de los ciudadanos pagarían más por estos alimentos si fueran más suculentos, siempre que el incremento no fuese desorbitado.
«El consumidor añora el sabor de las hortalizas de antes, ya que ahora se consiguen productos muy atractivos para la vista, pero que no saben a nada», decía a los medios de comunicación la directora técnica de Consumolab, María José Sánchez.
Pero para solucionarlo está, justamente, toda una industria de la alimentación basada en laboratorios, industrias intensivas y tecnologías punta (y no en el campo, claro, que ya de nada sirve): «El sabor es uno de los aspectos que más ha de trabajar la industria alimentaria. Y al igual que ha desarrollado técnicas para alargar la vida útil de los alimentos, debe mejorar sus cualidades organolépticas», explicaba la directora técnica de Consumolab. Hay esperanzas: el plástico terminará teniendo gustito a tomate.
Via: ConsumeHastaMorir
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