miércoles, 24 de septiembre de 2008

Cambiando de canal noté menos peso sobre mis hombros


« Aprovechándose de la dificultad que el cerebro (y en especial el sistema emocional) tiene para distinguir entre la realidad y las imágenes virtuales, la televisión reduce y degrada las interacciones de las personas entre sí y con el territorio y las sustituye por la contemplación de un espacio virtual seleccionado intencionalmente al servicio de la comercialización a gran escala.

Esta escapada virtual está haciendo que muchas personas se desentiendan del fuerte deterioro que está sufriendo el territorio. Y también de lo que le ocurre a las personas “reales” más próximas como vecinos, compañeros o familiares. Las personas reales se sustituyen por virtuales, (esta puede ser una de las razones del auge de las teleseries y de la prensa rosa) y se dificulta con ello la articulación de relaciones colectivas tan necesarias para la supervivencia y el cuidado del territorio.

La televisión muestra y hace apetecible un modo de producción y consumo insostenible para el planeta. Destruye la enorme diversidad de producciones locales (que carecen de poder para influir en la televisión), en general menos agresivas para el medio ambiente y las sustituye por una producción masiva y homogénea controlada por un número muy reducido de grandes compañías. »

Extraído de "La televisión insostenible" Abril 2007. Ecologistas en Acción.

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