Unicef financia su campaña de vacunación contra el tétanos neonatal, en la República Centroafricana, a través de un acuerdo con Dodot. Por cada envase de pañales o toallitas vendido, con los logos, la empresa paga una vacuna. La "cosita bonita" que tenía que hacer la señorita modelo era ejercer de "madrina" de la campaña de vacunación. Para el reportaje fotográfico, imprecindible en las iniciativas de este tipo, la señorita blanca no se quitó su camiseta blanca donde el logo de Dodot estaba por encima, y más grande, que el de Unicef.
Por supuesto el personaje y su viaje exigían una cobertura mediática a su medida. La entrevista de la revista "Semana" despliega todos y cada uno de los estereotipos imaginables sobre África y sobre la ayuda y, por supuesto, invisibiliza las causas del conflicto político y social. Resumiendo se trata de ayudar que no nos cuesta nada, y nos hace sentirnos bien con nosotros mismos. Todo muy emocional, superficial y simplista. El tema género/maternidad... para flipar!... para enfadarse muchísimo!! Lean parte de la entrevista y sufran dolor de estómago como nosotros...
"Hasta allí viajó Estefanía Luyk, en calidad de Embajadora de Dodot, para conocer de primera mano la campaña de vacunación para la eliminación del tétanos neonatal del Gobierno de la República en la que colabora Unicef. Ya en Kaga Bandoro, al noreste del país, y después en Nana Outta, más al norte y en territorio rebelde, y en Ndomete, con Estefanía pudimos ver el hospital de la región y los puestos de salud donde, además de las largas colas que las mujeres hacían para recibir la vacuna, encontramos a niños enfermos de malaria, meningitis o malnutrición. Han sido unos días intensos, donde se entremezclan las emociones y que Estefanía tendrá durante mucho tiempo en su retina y en su corazón.
- ¿Cuál ha sido la impresión de este viaje?
- Ha sido fantástico, una experiencia que no voy a olvidar en mi vida. Me ha gustado mucho la labor que hace Unicef y cómo tratan a la gente, lo humanos que son, si ellos no estuvieran estarían dejados de la mano de Dios. Me ha gustado ver todo el resultado de las vacunas que se consiguieron en la campaña pasada, como llegan a su destino.
- ¿Ser madre te ha sensibilizado todavía más?
- Por supuesto que sí, los niños son lo más bonito del mundo. Ver que están sufriendo y que no tienen posibilidades de vida, porque a lo mejor no pueden acceder a una vacuna, que es una cosa tan simple para nosotros, es para sensibilizar a cualquiera.
- ¿Cuál ha sido la historia que más te ha impresionado?
- Todo, de principio a fin. Me ha parecido muy interesante cómo nos admiraban por querer ayudarles, es bonito, te sientes muy bien. Me emocioné cuando en Kaga Bandoro fuimos a una comunidad y allí nos recibieron con una fiesta, las niñas bailando una danza de bienvenida y el Prefecto les habló de la importancia de vacunarse para la salud.
- ¿Un viaje como este cambia de alguna forma los esquemas?
- Es algo que todo el mundo debería de ver, que la vida no es tan fácil y que hay gente a la que le gustaría tener unas mínimas, oportunidades. Si ellos por si mismo npueden y necesitan ayuda, por qué no dársela cuando a nosotros no nos cuesta nada."
Dos cositas algo preocupantes...
- Unicef ¿o se muere por falta de financiación o se diluye entre los logos de empresas?. Su marca, antes potente, y su título de "Embajador/a de buena voluntad", antes propio y prestigioso, ¿no pierden significación?.
- La famosa y la revista del corazón son los que facilitan la rendición de cuentas, los que ven, comprueban, garantizan o explican la ayuda de Naciones Unidas. ¿Esa es la única estrategia de comunicación posible para llegar y concienciar a la ciudadanía?...
Fooooooooooooooos. Resulta ridícula la figura de la señora/señorita blanca (papanoela con fecha de caducidad) y he aprendido que, como principio general, es asqueroso que una empresa intente sacar rédito a sus "acciones humanitarias". Señores, háganlas y punto, y, como máximo, apúntenlas en sus memorias anuales para sus sobrealimentados socios, que el que quiera saber buscará.
ResponderEliminarEs verdad! Cuánta doble moral! El mercado y la publicidad como su aliada, lo engullen todo sin el menor escrúpulo. Incluso las iniciativas más loables quedan reducidas a meras campañas al servio del capital!
ResponderEliminarUna vergüenza!!!!!